La Iglesia de Castril, bajo la advocación de Nuestra Señora de los Ángeles de Castril, fue edificada bajo el modelo basilical de tres naves, con fabrica de cantería. Las naves descansan sobre pilares cruciformes separados por arcos de medio punto, que la recorren de pies a cabeza. La iglesia de Castril es de estilo renacentista bastante sobrio, salvo en las llamadas Puerta del Sol y Puerta de la Lonja, fue construida con dos tipos de piedra diferentes, al norte piedra toba, abundante en Castril, la parte que mira al sur esta construida con una piedra mas blanda, el asperón. Lo que hace que el estado de conservación difiera mucho de una zona a la otra.
La primitiva techumbre era un artesonado de estilo mudéjar que fue consumido por el fuego provocado por las invasoras tropas francesas, tras la profanación y saqueo del templo, el día 26 de junio de 1810. Señales del devastador incendio pueden observarse aún hoy en los ennegrecidos sillares de la fachada sur. La posterior restauración procuró integrar lo que pudo conservarse de la primitiva obra en la nueva, aunque en el exterior se observa lo que corresponde a cada una.
La mayor parte del ajuar litúrgico y de las imágenes pereció en esa triste jornada. Y no bien repuesta la iglesia de tanta desventura, en marzo de 1853 sufrió un robo en el que desaparecieron varios objetos de valor, que nunca se recuperaron. Y otro incendio más, en 1859, ocasionó varias pérdidas, aunque de menor importancia.
Origenes de la Iglesia de Castril
Los orígenes de la Iglesia de Castril se remontan a agosto de 1486, cuando el Papa Inocencio VIII concedió a los Reyes Católicos poder para levantar iglesias y erigir parroquias en las zonas que se iban consquistando del Reino de Granada. Y en virtud de este poder, el 21 de mayo de 1492, D. Pedro González de Mendoza, Arzobispo de Toledo, promulgó una bula por la que se erigieron la Catedral de Guadix, la Colegiata de Baza, Santa María de la Encarnación de Huéscar, … y la iglesia parroquial de Santa María de Castril , que en el siglo XVIII pasaría a llamarse de Nuestra Señora de los Ángeles.Tras la conquista de Castril en el 1490, el primer señor de Castril y su fortaleza, D. Hernando de Zafra, secretario de los Reyes Católicos, fue el promotor de la construcción de la iglesia de Castril que se inició entre los últimos años del siglo XV y los primeros del siguiente.
Las Portadas de la Iglesia de Castril
Destaca de esta primera época la llamada “puerta del sol”, bella filigrana en piedra, desgraciadamente muy deteriorada por las inclemencias del tiempo sobre un material no excesivamente resistente. Esta bella portada de estilo plateresco, tiene una clara influencia de Alonso de Covarrubias. En el tímpano del frontón triangular que la remata y en uno de los contrafuertes de la misma fachada, se puede observar, duplicado, el escudo del Cardenal D. Juan Tavera, Arzobispo de Toledo desde 1534 a 1545. El escudo viene sostenido en la base por un mascarón y dos cornucopias en relieve de las que salen sendos putti, mientras que por la parte superior y laterales está amparado por el capelo cardenalicio con la cruz y las borlas correspondientes a su dignidad. El escudo propiamente dicho es partido, con bordura orlada con siete castillos. El primer cuartel presenta tres fajas, mientras que el segundo presenta un águila explayada. No presenta ningún tipo de policromía. Podemos afirmar que la puerta es la original, de escuela granadina y estilo renacentista, elaborada con madera de pino y clavos de hierro. Cada uno de los claveteados presenta la misma disposición: se trata de bases cuadrilobuladas en forma de roseta, de cuyo centro sale una cabeza de águila, haciendo quizás alusión a uno de los emblemas heráldicos del cardenal Tavera (1534-1545), que costeó la portada de esta puerta.
La otra puerta de entrada a la iglesia de Castril es la “de la Lonja”, de estilo herreriano. Esta elegante portada está coronada por una imagen de la Virgen con el Niño, dentro de una hornacina. En el frontispicio se lee una inscripción con el nombre del beneficiado (y mayordomo de las obras del templo) Don Juan Fernández Malpartida y la fecha de 1612, que tal vez indique la terminación del edificio. De la puerta de madera con claveteados de hierro forjado que cierra la portada de la Lonja del templo parroquial tenemos que destacar las dos aldabas ubicadas sobre los postigos.
Ubicada en la hornacina superior la virgen con el niño de estilo barroco, esta tallada en piedra y policromada. La efigie de la Señora es una Virgen Trono o Theotokos, como Madre de Dios: se muestra severa, monumental, con un drapeado poco detallista, para acentuar su solidez. Presenta una túnica pintada en rojo, de pliegues muy verticales, y un manto en azul, que deja ver la mitad inferior de la túnica a la altura de las rodillas. La cara es serena, algo inexpresiva, con largos rizos que caen hacia ambos lados; mira hacia adelante, sin comunicación con el Niño. Éste aparece apoyado sobre su brazo izquierdo. Está desnudo, lleva las piernas cruzadas y los brazos pegados al cuerpo, eleva ligeramente el gesto hacia arriba y al lado contrario que la cabeza de su madre.
Otros Elementos de la Iglesia de Castril
La iglesia de Castril, aunque renacentista tiene algún detalle de origen gótico como es la gárgola con una función de desagüe pluvial y tallada en piedra caliza. Se compone de un sillar tallado de proporciones rectangulares ajustado al paramento exterior de la iglesia. Del cubo sobresale perpendicular una figura fantástica de carácter zoomorfo, con cuerpo y cabeza de felino, de facciones naturalistas, con las fauces abiertas en que concluye el canal de desagüe interno. Apoya sobre las patas delanteras, mostrando en el lomo sendas alas de ave. Esta gárgola corresponde con la fábrica renacentista de la iglesia de Castril. Es la única pieza de estas características conservada en el templo.
La reja carcelera de hierro forjado correspondiente a la cabecera del templo es de estilo gótico y de forma rectangular, con barrotes horizontales de sección cuadrada en los extremos, que sirven de apoyo a dos barrotes verticales del mismo grosor y a seis barras verticales más estrechas en disposición angular. Los cuatro barrotes que forman el rectángulo están orlados con pequeñas rosetas. Presenta seis pletinas horizontales que dividen la reja, dos a dos, en tres cuerpos.
El reloj de sol ejecutada con la técnica de pintura al temple se encuentra en la fachada del Sol, bajo la ventana lateral de la capilla mayor y entre los contrafuertes de la misma. Esta decoración mural enmarca un reloj de sol, que da nombre a la fachada, haciendo alusión a la fecha de construcción del mismo: 1826. Dicho reloj de sol es un recuadro rectangular pintado con una doble orla en rojo que alberga las horas en caracteres romanos. En la parte superior del reloj de sol aparecen tres iniciales en letras capiteles negras de caracteres curvos y muy decorativos, formando volutas en los extremos. La primera, a la izquierda es una F, la segunda una A, que parece tener en subíndice las letras minúsculas “nio”, y la tercera una J. Acaso: Francisco Antonio J. En el lado izquierdo del reloj aparece en el mismo tipo de letra la A, con una pequeña O en su centro, alusiva a “Año”; y, al lado opuesto, la fecha antes referida: 1826, enmarcada en un rectángulo de trazo fino negro.